EL VERDADERO COSTE DEL PLÁSTICO: LO BARATO SALE CARO.

Eol verdadero coste del plástico

A primera vista, el plástico parece el material perfecto: es maleable, resistente… y económico. Muy económico.

Dependiendo del tipo de plástico, el kilo de materia prima virgen puede costar varios céntimos o unos pocos euros, siendo incluso más barato que el reciclado. Por eso, fabricantes y consumidores de todo el mundo han caído en sus redes.

Pero aunque este material sea económico, eso no quiere decir que sea barato.

Porque si incluimos en el juego otros factores, ¿sabríamos cuál es el verdadero coste del plástico?

 

EL PLÁSTICO: UN PROBLEMA PARA EL PLANETA, LAS PERSONAS Y LOS ANIMALES.

1. El coste para el planeta:

Los ríos, bosques y costas inundados de envases, los microplásticos entrando en la cadena trófica, los tóxicos contaminando la tierra… por si el coste ambiental del plástico fuera poco, también existe un coste económico para el planeta.

Elverdadero coste del plástico

¿Te has parado a pensar en cuánto costaría gestionar de manera eficiente el plástico que producimos? ¿en cuál sería el coste económico de tratar de manera correcta los residuos resultantes de las más de 350 millones de toneladas plásticas que se fabrican cada año (y subiendo: según Greenpeace en 2020 ya habremos alcanzado las 500 millones de toneladas de producción plástica anual)?

Si leíste nuestro post “El reciclaje del plástico es una mentira”, ya sabrás que la mayor parte del plástico (al menos el 70%) acaba en el medioambiente.

Y es que gestionar de manera eficiente este material para que no acabe en la naturaleza, en vertederos o incinerado sería muy costoso: implicaría crear procesos para reciclar los trozos más pequeños o los tipos de plástico menos utilizados, o contratar a millones de personas en todo el mundo para seleccionar los residuos en las cadenas de reciclaje.

Si esto se hiciera realidad, el coste de cada pieza plástica subiría enormemente.

Imagínate. Un peine o una cucharilla de plástico te costaría infinitamente más que sus equivalentes de madera o acero inoxidable.

Así que lo que los fabricantes se ahorran a la hora de trabajar con plástico, en realidad se lo están cobrando al planeta.

2. El coste para las personas:

Seguramente ya te has dado cuenta. El plástico es omnipresente. Incluso si has empezado a reducirlo o en casa no lo utilizas, en cuanto sales a la calle ves que estás rodeada de este material: en los supermercados, en los colegios, en los restaurantes, en los hospitales. El plástico se ha hecho el rey.

Pero, ¿conoces las consecuencias de esta exposición diaria al plástico?

El plástico contiene contaminantes hormonales, tóxicos sintéticos que alteran el funcionamiento normal del sistema hormonal provocando enfermedades.

De hecho, según ecologistas en acción la exposición a estas sustancias químicas “se relaciona con el incremento de enfermedades como infertilidad, malformaciones congénitas, cáncer de mama, próstata, testículos o tiroides, diabetes, obesidad, daños en el sistema inmune y alteraciones en el desarrollo neurológico, como autismo y síndrome de hiperactividad”.

Así que ya lo ves. El coste económico en salud pública derivado de las enfermedades generadas por los tóxicos presentes en los plásticos es difícil de cuantificar, pero existe. Y cada vez irá a más.

3. El coste para los animales:

Los animales son otros de los grandes perjudicados por el auge del plástico. Mueren por ingerirlo, se ven atrapados en él o sus hábitats se convierten en lugares tóxicos por su culpa.

Ave víctima plástico

 

Es casi imposible calcular el coste económico de rescatar o salvar a cada animal perjudicado por la problemática del plástico. Entre otros motivos, porque no existen estadísticas fiables que recojan el número de individuos afectados.

Y si ya es difícil medir en términos económicos los esfuerzos para mitigar el daño en la fauna, ¿quién puede calcular el coste de perder una especie para siempre?

 

IMPUESTO AL PLÁSTICO, ¿LA SOLUCIÓN?

Ante el coste real del plástico, existe un debate sobre las posibles soluciones.

Una de ellas es el impuesto al plástico.

¿Qué sucedería si nuestros gobiernos trataran al plástico como al tabaco? ¿Si el plástico se considerara un peligro de salud pública y se fomentaran campañas contra él?

Y sobre todo, ¿qué pasaría si el plástico incluyera un impuesto para cubrir el coste ambiental, de salud y por los animales?

Como puedes imaginar, lo que sucedería es que el plástico dejaría de ser tan barato y tanto empresas como consumidores comenzarían a abandonarlo por otras alternativas más sanas y respetuosas con el planeta y los animales.

 

NUESTRA PROPUESTA: REUTILIZACIÓN Y REDUCCIÓN

Como te contábamos en el post “¿Son las bolsas de papel más ecológicas que las de plástico?” cambiar una materia prima por otra no suele ser la solución.

Pero en este caso en concreto, cambiar el plástico por papel o vidrio solucionaría parte del problema, específicamente el coste económico en salud pública.

Sin embargo, para el resto de problemas derivados del plástico, seguimos creyendo que la solución pasa por reducir su uso y fomentar la utilización de alternativas residuo cero como los envases de vidrio retornables o las bolsas de tela.

Alternativas que se están erigiendo ya no solo como una alternativa “eco”, sino como una verdadera necesidad.

CONCLUSIÓN: EL PLÁSTICO ES UN MATERIAL BARATO…QUE SALE CARO

El plástico es barato para aquellos que lo utilizan buscando el ahorro individual, pero colectivamente sale muy caro.

Y eso nos lleva a una pregunta: ¿es justo que el planeta, las personas y los animales sufran el verdadero coste del plástico para que unos pocos ahorren? ¿es lógico que el beneficio esté por encima de la salud o el medioambiente?

Nosotras pensamos que no. ¿Nos cuentas en comentarios lo que opinas tú?

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10 opiniones en “EL VERDADERO COSTE DEL PLÁSTICO: LO BARATO SALE CARO.”

  1. Ustedes son como Gandhi, unos pocos en un millón. Pienso que la verdadera solución es que los Gobiernos hagan leyes y se prohíba para siempre el plástico, porque si piensas en las personas que están colapsas de trabajo para darles «buena vida a sus hijos» no tienen ni tiempo para ocuparse de seleccionar productos ecológicos y además muchas veces son costosos, si piensas que una gran masa de personas piensan así el plástico seguirá reinando. Excelente Convicción de vida, los felicito, yo estoy intentando hacer lo que ustedes dicen. Gracias por entregar tan valiosa información y consciencia.

  2. Creo que los gobiernos están haciendo la vista gorda, supongo que tendrán sus intereses…¡esto funciona así por desgracia!, para que los gobiernos actúen debemos ser nosotros los que empecemos a movernos y debemos hacerlo ya porque no queda tiempo, yo ya reduje el plástico todo lo que he podido, sigo investigando para dejar de utilizar otros, a veces cuando entro en un supermercado entro en «depresión» al ver esos carritos hasta arriba de plásticos…»¿la gente no se entera????. Por favor hagámoslo por NOSOTROS mismos, aquí es donde vivimos, no hay planeta B.

  3. Llevo un tiempo reemplazando el plástico por vidrio o acero inoxidable, pero hoy me pregunto…a dónde van a parar mis tuppers, mis ensaladeras, los envoltorios de las bandejas de alimentos, los cepillos de dientes, los bolis, los marcos de fotos, los juguetes, etc.etc desechados???
    Tengo la sensación de sacarme de encima plásticos y cargárselos a otro, en este caso, el otro, es el planeta.

  4. 1.- Si a los envases de plástico se les suma el coste de su tratamiento después de su uso, el precio de las cosas serian prohibitivas. Por tanto, que aumenten los impuestos al plástico de tal forma y que los beneficios sean suficientes y se destinen a su tratamiento.

    2.- Que envíen naves espaciales cargadas de plástico a Marte, por ejemplo y asi limpiamos nuestro planeta. Pero que este programa espacial se subvencione con el incremento del precio del plástico.

    3.- Dejar de producir plásticos ya!

  5. El plástico ya nos ha salido realmente caro, aunque no se quiera reconocer. En casa tengo mucho plástico y sin haberlo comprado, pero cuido cada pieza porque nunca he podido desecharlo, no me parecía ético y desde que descubrí la comunidad ZeroWaste he pasado de ser la “mísera” en el trabajo y en la familia política, por negarme a tirar y a comprar depende qué cosas, a encontrar gente como yo, que me inspira y con la que identifico. Mil gracias porque hacéis visible esta problemática. Juntos crearemos conciencia del ser y del cuidar frente al tener, usar y tirar.

  6. Felicitaciones Irene González.
    Una consulta para los entendidos del tema, Quemar la basura es muy dañino? He pensado en quemar basura pero desconozco los impactos.

  7. Verdaderamente el coste del plástico no es real y cuando se busca alternativa todo se confirma porque aumenta el coste de la cesta de la compra, la inmensa mayoría de la gente no se lo puede permitir y eso provoca que parezca que a la sociedad le da lo mismo pero en realidad es que vivimos en números rojos. Sí sería justo un impuesto al plástico pero ese impuesto terminaría encareciendo la cesta de la comprar, con lo cual el que pueda hacer el esfuerzo de asumir el coste probablemente no cambiará sus hábitos y el que no pueda se undira en la miseria. Yo prefiero que se bajen impuestos a los productos respetuosos con el medioambiente y de esa forma la gente tenga una alternativa asequible y que dejen de cosumir plástico eso en teoría acabaría por hacer desaparecer la producción de un producto que no se consume.
    Luego quedaría por resolver como recogemos el plástico que ya esta abandonado en la naturaleza.

  8. Todos los comentarios (a favor o en contra )de como solucionar el problema con el plástico,no concluye en nada.
    Tratemos de vivir con el problema , pero aprovechándolo a beneficio nuestro dándole usos ,dónde aprovecharíamos su gran tiempo de degradación.
    De su reciclaje lograríamos:
    – Tejas par viviendas.
    – Muros de contención en las orillas de los ríos
    -Canalización de quebradas .
    -Placas para remplazar el asfalto de nuestra carreteras.
    -Fabricación de muebles.
    -etc. etc.

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