ESTA MAMÁ Y SU HIJA DEMUESTRAN QUE SE PUEDE REDUCIR EL PLÁSTICO AUNQUE TENGAS POCO TIEMPO

Este post forma parte de la serie “Hogares reales sin plástico”, en la que te mostramos cómo personas normales, como tú y como nosotras, reducen su uso de plástico. Y lo hacemos mostrando sus logros, sus fallos, sus esfuerzos y sus aprendizajes sin juicios y con muchas ganas de aprender.

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Fanny y su hija de 8 años Éléna viven en una ciudad a 10 minutos de Lille, en Francia. La familia comparte una casa con un pequeño jardín con una compañera de piso y llevan años viviendo sin plástico. En esta entrevista Fanny nos cuenta su experiencia como mamá trabajadora separada (y sin mucho tiempo) reduciendo este material.

¿Cuándo empezaste a ser consciente de que el plástico era un problema?

Cuando me separé empecé a concienciarme porque antes vivía con una persona que utilizaba mucho plástico. Y justo coincidió que, en esa época, abrió una tienda a granel cerca, vi un documental de Bea Johnson y empecé a estar más sensibilizada con el tema.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos reduciendo el plástico?

El agua de mi ciudad tiene mala fama porque hay mucha industria así que empecé buscando alternativas al agua embotellada. También evité mucho plástico volviendo a elaborar la comida en casa y comprando alimentación a granel y en el mercado.

Recuerdo que la ropa y otros productos también comencé a comprarlos de segunda mano con apps como Vinted y eso me ahorró embalajes. Otro de los primeros pasos fue sustituir las bolsas de plástico por bolsas de tela.

¿Cómo ha vivido tu hija ese camino a una vida con menos plástico?

Es curioso porque mi hija vive dos realidades diferentes. Su padre y yo compartimos la custodia: está un 60% conmigo y un 40% con él. Y, mientras su padre sigue usando mucho plástico, en casa no utilizamos casi nada.

Cuando está conmigo y quiere algo de plástico intento explicarle por qué el plástico no es bueno. Además, en la familia hay más personas reduciendo el plástico así que lo ha normalizado.

Otro tema que me ha ayudado a involucrarla es llevarla conmigo a comprar a granel. Ahora justo ha abierto una tienda a granel justo al lado del cole, así que incluso ella se lleva a su papá para que compre allí y le anima a usar bolsas de tela.

Algunas personas piensan que para vivir con menos plástico hay que tener mucho tiempo. Como madre que trabaja y cría a su hija sola una gran parte del tiempo ¿cómo te organizas para hacer la compra sin plástico?

Todos los viernes voy a la tienda de granel al lado del cole de mi hija y allí me entregan una cesta de verduras y frutas ecológicas, compro lo que necesito a granel y recojo el agua embotellada en vidrio que venden en envase retornable.

Un par de veces al mes también me organizo para ir al supermercado a comprar todo aquello que no encuentro a granel, así no pierdo demasiado tiempo.

Y, cuando estoy muy ocupada, hago las compras a granel online en tiendas que me envían los alimentos en bolsa de papel a casa. En Francia están apareciendo muchas y son una ayuda cuando no tienes tiempo o no tienes una tienda cerca.

A veces los productos para familias pequeñas o personas que viven solas vienen en pequeñas dosis envueltas en plástico. ¿Ha supuesto un problema para ti encontrar productos que no estuvieran comercializados así y se adaptaran a vuestras necesidades?

Como compro a granel todo, no tengo ese problema. Llevo tarros pequeños con etiquetas y ya está. Sí es verdad que a veces compro alguna galleta que viene empaquetada… pero no es habitual. Para merendar suelo preparar aguacates o frutas.

De hecho, diría que comprar a granel es una ventaja porque como escoges la cantidad, no tienes que comprar mucho por obligación.

Tú eres francesa, ¿crees que está habiendo una concienciación acerca del plástico y los residuos en tu país o todavía es un tema que solo preocupa a una minoría?

En mi entorno no veo mucho esfuerzo pero sí es verdad que cada vez abren más tiendas a granel en la ciudad y las bolsas de plástico ahora están prohibidas.

Tengo amigas que están empezando a tener cuidado pero tampoco siento que haya tanta gente concienciada. Para algunas personas de mi entorno es algo muy “hippie” todavía, igual se interesan en algo puntual, como el champú sólido. Pero no están comprometidas.

¿Qué ha sido lo más motivador para ti de dejar el plástico?

Para mí han sido los tres mismos pilares que me motivaron a hacerme vegetariana.

El primero es la salud de mi hija y la mía. En el momento que supe que la botella de agua de plástico está contaminando el agua que contiene no quise seguir dándole eso a mi hija.

El segundo pilar es el bienestar animal. Y el tercero es la contaminación ambiental.

¿Cuáles han sido tus batallas ganadas frente al plástico en los últimos meses?

Ahora Éléna y yo llevamos un año conviviendo con una amiga que usa plástico, así que no he podido ver nuestra evolución en el cubo de basura. Pero ella se va a mudar dentro de poco y ahora podré evaluar de dónde viene el plástico que llega a casa.

Pero bueno, un último paso importante que he dado es empezar a comprar vino a granel.

Y a raíz del confinamiento también he dejado de utilizar maquillaje, he dejado de comprar ropa… mi objetivo es seguir con ello, incluso post-pandemia.

Además, no tiene que ver tanto con el plástico sino con la vida sostenible, pero he encontrado un supermercado a granel bastante cerca de mi casa, así que he dejado de coger el coche y voy andando. Eso me hace no comprar de más y solo consumir lo que necesito.

¿Cuál es tu próximo reto en el camino para una vida con menos plástico?

Yo suelo beber muchas infusiones, tés, etc. pero mis tés favoritos se comercializan en bolsitas. Así que ahora lo que quiero hacer es fijarme en la composición de las hierbas, comprarlas a granel y elaborarlas yo misma en casa con un filtro de tela.

También estoy pensando en dejar de comprar yogures.

Y otro reto es solo comprar en tiendas a granel y supermercados ecológicos que, como vivo en una ciudad que tiene opciones, lo puedo hacer.

Porque además el supermercado que no es ecológico es muy tentador: hay ropa, hay cosmética y te llama a consumir. Con el supermercado ecológico te libras de esa sobreoferta de productos.

¿Qué le recomendarías a alguien que quiere comenzar a reducir su plástico?

Que encuentre dos o tres tiendas a granel de confianza. Porque tienen un montón de productos sin plástico y si no tienen algo, puedes pedírselo y te lo traen. Tener esa pequeña red de tiendas te permite ganar tiempo e ir a piñón fijo.

Gracias Fanny por abrirnos las puertas de tu casa y contarnos tu experiencia viviendo sin plástico. Y tú: ¿nos cuentas qué te ha parecido la experiencia de esta pequeña familia en comentarios?

Todo lo que necesitas para empezar a vivir sin plástico en una sola tienda

Descubre los básicos y empieza hoy a reducir tus residuos:

 P.D: ¿Te gustaría participar contándonos cómo reduces el plástico en tu hogar? Buscamos hogares de todo tipo: unipersonales, homoparentales, monoparentales, numerosos, en el pueblo, en la ciudad, compañeros y compañeras de piso, personas mayores… ¡incluso nómadas!

Queremos contar tu historia, así que si te interesa participar, envíanos un correo a info@sinplastico.com con el asunto “Hogares sin plástico” y nos pondremos en contacto contigo.

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