¿EXISTE, DE VERDAD, EL PLÁSTICO BIODEGRADABLE? TODA LA VERDAD SOBRE LOS SUPUESTOS PACKAGING ECOLÓGICOS

envasado

¿Existen de verdad los plásticos biodegradables?, ¿hay plásticos que se pueden compostar?, ¿por qué hasta los alimentos ecológicos están envueltos en plástico?, ¿quién se beneficia del sobre envasado?

Si hay un tipo de preguntas que todos los meses nos llegan a Sinplástico son las que se refieren a los envases.

Así que hemos pensado que nada mejor que preguntar a nuestro co-fundador Javier, que recordarás de este súper post sobre los “falsos productos eco”, para que nos cuente toda la verdad sobre los supuestos packaging ecológicos (y los intereses que hay detrás de ellos).

Vamos a ello.

 

¿Existe, de verdad, el plástico biodegradable?

Pues no.

Algo biodegradable es algo que puede ser degradado por acción biológica, hasta descomponerse totalmente y reintegrarse en la naturaleza.

Biodegradable es un plátano, una peladura de patata… pero un plástico siempre va a tener aditivos sintéticos que no se van a descomponer en la naturaleza, porque no son 100% orgánicos.

El problema es que estos aditivos son sustancias químicas que pueden dejar un rastro tóxico.

En ciertas ocasiones, como en el caso de las redes fantasma, hemos visto que sí podría ser conveniente utilizar materiales que se descompongan rápido para dejar de utilizar plástico que dura cientos de años y que es un peligro para la vida marina.

Pero realmente los plásticos que nos venden como biodegradables no solucionan el problema de la contaminación tóxica. Y lo que es pero, usando la palabra «biodegradable» dan a entender que no importa cuánta basura generamos porque la naturaleza se encargará de su asimilación. Son el greenwashing de la economía del usar y tirar.

Además, cuando nos indican que algo es biodegradable tendrían que decirnos también en qué condiciones se degradan: en qué clima, en cuántos años… Porque si no, es una información tan reducida que no aporta nada.

 

¿Y el plástico compostable?

Cada vez hay más estudios que denuncian los plásticos biodegradables como una solución fallida, el plástico «compostable» es la nueva palabra mágica del greenwashing y el nuevo totem de lo «verde». Aquí hay que tener cuidado porque muchas veces nos venden plásticos “compostables” pero que solo se pueden compostar en plantas químicas industriales, no en nuestro compost casero.

Nosotras hemos intentado varias veces compostar este tipo de plásticos en nuestro compost y nunca lo hemos conseguido, como demuestra Vivir sin plástico en este vídeo.

De todos modos hay algo que también nos tenemos que plantear: ¿realmente queremos compostar un plástico que tiene componentes potencialmente tóxicos para alimentar nuestro huerto?, ¿quién nos garantiza que no haya microplásticos o sustancias tóxicas en ese compost? Es algo en lo que deberíamos pararnos a pensar.

Y si ese tipo de plástico es la solución y solo se composta en condiciones industriales, ¿por qué todavía no han creado un sistema de recogida selectiva, transporte y compostaje masivo de estos tipos de plástico? ¿por qué no hay estudios de los restos tóxicos que dejan? Porque está claro que no son inócuos.

Así es. Y en cuanto a los productos eco que se venden envasados, ¿podemos decir que son realmente ecológicos y saludables?

Está claro que si vas a una tienda o a un supermercado y compras una verdura ecológica en plástico, pues tu compra deja de ser tan sostenible. Si viene de un productor local que envasa en plástico pero trabaja a favor de la biodiversidad, no utiliza abonos o fertilizantes químicos perjudiciales… quizá es otra cosa.

Lo importante es saber que hay otras opciones. En particular, en la parte ecológica de las tiendas hay muchos productos que están sobre envasados y que podemos encontrarlos fácilmente sin plástico.

También es cierto que hay ocasiones (muy pocas) en las que se justifica el uso de plástico. Por ejemplo, un bidón de plástico reutilizable para comprar detergente a granel sí es más sostenible porque te va a durar años. Hay que ver el ciclo de vida del envase y si está justificado.

 

Como consumidoras, cuando nos enfrentamos a una estantería en un supermercado o una tienda de barrio: ¿cómo podemos averiguar si un envase es sostenible?

Haciéndonos varias preguntas:

  1. ¿Está este producto sobre envasado?

¿Es necesario este envase?, ¿hay otra opción para comprar el mismo producto sin envases?

  1. ¿Es peligroso para la salud este envase?

¿Está en contacto directo con la comida? Como ejemplo mecionaremos que todas las latas están plastificadas en su interior, en contacto directo con alimentos y bebidas, y que una parte importante de estas latas de conserva contienen bisfenol A.

  1. ¿Qué ciclo de vida tiene este envase?

¿Podemos reutilizarlo?, ¿es retornable?, ¿es reciclable? (entendiendo que el hecho en sí de depositar cualquier envase en un contenedor no es reciclar), o lo que es más importante ¿es reciclado? Por ejemplo, el vidrio es mejor opción que el plástico porque es reutilizado, lo que proviene de bares y restaurantes, y reciclado, lo que proviene de los hogares. O, si adquirimos envases de cartón o madera, se pueden compostar. O incluso si me venden unas lentejas en una bolsita de tela, igual la puedo reutilizar.

 

Ya que mencionas el vidrio o el cartón, a algunas personas les preocupa cambiar el plástico por el papel o el vidrio en los envases porque argumentan que también tienen un elevado impacto ambiental pero, ¿es el mismo?

Es muy difícil contestar brevemente a esto pero hay dos temas importantes a considerar:

  1. Por un lado, hay pocos estudios que tengan en cuenta como un factor decisivo la duración del plástico en la naturaleza.

Lo que miden en estos estudios comparativos es el impacto energético necesario para extraer, fabricar y transformar el plástico, vidrio o papel. Sin embargo, estos estudios suelen eludir el coste extractivo y de contaminación que conlleva la extracción de petróleo. Es cierto que fabricar papel y vidrio requiere más energía pero por ejemplo, al contrario que el plástico, el vidrio es 100% reciclable.

De hecho, en otros países hay diferentes contenedores dependiendo del color del vidrio, que hacen que el sistema de reciclaje sea extremadamente eficiente y casi un círculo cerrado.

Y si hubiera un buen sistema de recuperación de envases tendríamos datos fidedignos para comprobar qué material dura más en la vida diaria: el plástico o el vidrio.

  1. Y por otro lado, está el impacto en salud y ambiental del plástico, que es brutal.

El plástico nos está costando especies enteras de animales, enfermedadesComo profundizábamos en este post sobre el coste real del plástico, hay un coste sanitario y ambiental tremendo que va a ir aumentando y que no se toma en cuenta a la hora de calcular su impacto.

Así que, aunque el gasto energético del plástico pudiera ser menor, si luego va a costarnos vidas humanas y daños irreparables en el medio ambiente… no puede ser sostenible.

 

Claro… Además, lo que pocas personas saben es que detrás de los envases plásticos hay una industria que se beneficia de estos residuos, ¿nos puedes contar más acerca de esto?

Detrás de los envases hay un negocio que no conocemos.

En realidad, al envasar con plástico la idea es vender plástico de manera indirecta, por varias razones:

  • El plástico es un soporte de marketing perfecto: es maleable, permite hacer formas, colores, etc. y atrae mucho al ojo y estimula a las consumidoras. A nivel de marketing, es un material muy interesante y práctico. Porque es muy barato y permite personalizar. Cosa que con un tarro de vidrio o vendiendo a granel es más complicado.
  • Además, el plástico es un subproducto del petróleo y, por lo tanto, a las empresas petrolíferas les interesa porque sacan rendimiento a sus explotaciones. Si dejamos de comprar plástico, dejamos de comprar mucho petróleo.
  • Finalmente, una buena parte de la economía europea está basada en las industrias químicas. Empresas extremadamente potentes que fabrican los químicos para crear productos como cosméticos y, por supuesto, plástico. Estas empresas tienen sus lobbys porque les interesa seguir fabricando plástico.

 

¿Y en la gestión de residuos?

Ésta es la mayor mentira y el mayor fraude en el que vivimos. ¿Sabías que cada vez que compramos un envase, pagamos unos céntimos para que la empresa que lo pone a la venta, lo recoja y lo recicle? Lo marca una ley y directiva europea.

Pues bien, en España se delega esa recogida, triaje, y posterior tratamiento en diferentes empresas. Con esos céntimos, que suman más de 500 millones de euros, se hace publicidad y marketing en periódicos, instituciones e incluso en las escuelas con el único mensaje de que… reciclando resolvemos todos nuestros problemas de residuos.

El problema es que estas empresas, en su mensaje, equiparan la deposición de residuos con el reciclaje, no asumiendo el posterior tratamiento de estos. ¿Cuántas veces hemos dicho, pensado u oído eso de… yo ya hago mucho por el planeta porque reciclo, a saber, echo mi basura en diferentes contenedores de colores?

Sin embargo, la pregunta no es dónde echamos nuestra basura si no qué se hace luego con ella. Estos residuos se venden a terceras empresas siempre que éstas lo consideren materia prima económicamente beneficiosa y el resto se lleva a vertederos, se incinera, o se vende a terceros países.

Hay una economía de gestión de residuos que interesa a una gran cantidad de empresas. Si dejamos de generar residuos, todo ese mercado se cae.

Es una economía falsa, una economía burbuja que está basada en algo que no aporta bienestar, es puro dinero y tiene unas consecuencias brutales en el medio ambiente y en el equilibrio financiero de las colectividades, porque se gasta un montón de dinero en la gestión de estos residuos.

 

Además, hay empresas que producen productos envasados en plástico y luego cobran por recoger esos mismos plásticos.

Eso es, cobran por los dos lados. Les das dinero cuando compras y les das dinero cuando lo tiras. Así que les conviene que compres y tires, compres y tires, compres y tires.

Siempre acaba pagando la persona que consume porque las mismas personas que están contratadas para guiarnos y gestionar mejor nuestros residuos son las interesadas en que estos residuos se generen.

Una contradicción total.

 

Aparte de no generar residuos, de comprar a granel, de comprar alternativas para toda la vida en vez de productos usar y tirar, ¿cómo podemos informarnos y tomar acción para evitar consumir envases que no son tan sostenibles como parecen?

Voy a compartir cuatro recursos:

  • El primero es usar el sentido común.

Si tú me dices que esta botella de refresco está fabricada en un 80% con plantas, genial. Pero, ¿qué cambia esto? Pues nada. ¿Es mejor tirar una botella que está hecha en parte con plantas? Eso no me da información útil de cómo va a afectar esa botella al medio ambiente y la salud, así que el sentido común me dice que si tengo la opción de comprar una botella de vidrio o retornable siempre será mejor opción.

  • Además, antes de comprar a una marca de la que sospeches, puedes investigar.

¿La marca ofrece estudios independientes sobre sus envases o solo informes de marketing?, ¿ha habido denuncias a esa empresa por parte de ONGs de confianza?…

  • También puedes fiarte del trabajo de especialistas en la materia.

El libro “Contenedor Amarillo S.A.” de Alberto Vizcaíno es una muy buena fuente de información sobre lo que hay detrás de la gestión de residuos plásticos. Y habla con los datos en la mano de cómo estamos metidos en esa trampa, ese círculo vicioso.

  • Y por último, si tienes alguna duda que no logras resolver, puedes consultar en algún blog fiable.

Como Carro de combate, Vivir sin plástico o este mismo blog. Por ejemplo, a nosotras nos llegan muchas preguntas sobre este tema que intentamos resolver con este tipo de artículos. Por eso te invitamos a que nos escribas y nos preguntes tus dudas.

Muchas gracias, Javier.

Esperamos que este post te ayude a entender que no es eco todo lo que reluce y a actuar en consecuencia.

 

Que no te den gato por liebre.

Infórmate de la verdad oculta detrás de los envases plásticos con el libro “Contenedor amarillo S.A.”


10 opiniones en “¿EXISTE, DE VERDAD, EL PLÁSTICO BIODEGRADABLE? TODA LA VERDAD SOBRE LOS SUPUESTOS PACKAGING ECOLÓGICOS”

  1. Hola, genial artículo para saber un poco más. Tengo una duda, hace poco que separamos la basura orgánica del resto y la tiramos al contenedor marrón porque no tenemos sitio en casa para compostar y compré «bolsas compostables» para ello pero por lo que contáis ¿son realmente compostables? ¿Qué alternativas hay? Gracias

    1. Os animo a todos a que los casos que se ven en los lineales de supermercados y anuncios, de esos productos que meten a posta una infracción falsa para engañar al usuario y hasta eliminar cualquier sentimiento de culpabilidad, a ponerlos en Twitter y en otras redes con el hashtag #FalsoSostenible seguido de, si cabe,el motivo por el que no lo es

  2. Gracias por este artículo,que viene a reforzar lo que ya sabía e intuía. Por ejemplo, yo pregunté si podía echar mi basura compostable sin bolsas biodegradable y me dijeron que no, que hay que echarla en bolsa, algo que no entiendo porque sería mejor volcar directamente las peladuras y restos sin ningún tipo de bolsa por lo que comentáis del impacto químico.

  3. Buenas,

    Muy buen artículo poniendo de manifiesto el greenwashing y hasta donde llega la especulación del mercado. Gracias por compartirlo.

    En cuanto a lo que comentas Delia en los contenedores de compostaje que se ponen en las ciudades la forma de tratarlos es de forma industrial (aumentan la temperatura), por lo que toda bolsa que sea compostable podrás tirarla ahí. Lo que comenta Javier de que no se puede compostar es en condiciones normales.

    Actualmente los sellos de OK compost pueden indicar si es compostable en casa o de manera industrial.

    Un abrazo,
    Nacho.

  4. Quería hacer una aportación. Estos años se ha vuelto muy famoso el PLA, un plástico que dicen que se puede tirar al orgánico y se decompone después de X tiempo. Sin embargo, hay que tener súper cuidado porque es prácticamebte igual que el plástico normal y corriente a la vista, por lo que in consumidor desinteresado en el tema medioambiental lo tiraría en el amarillo. Si se tira al amarillo, se mezcla con el PET en las plantas de reciclaje y hace que el proceso del reciclaje del plástico tradicional sea mucho más complicado o menos posible.

  5. Hola Buenos días
    Me parece súper interesante El blog
    ¿Cómo podría comprar Cremas hidratantes Para la cara Y el contorno de ojos sin Contaminar?
    gracias

  6. Hola, quiero llevar a cabo un proyecto que constaría de plástico duro y blando
    (compostabe) con la opción de colorear el blando
    (termoconformado). Pues bien: No parece haber fabricantes en España.

  7. Si que existe el envase totalmente compostable para fruta y verdura de un solo uso. Sin plástico, no pbat. Estamos en proceso de certificación home-compost. Pueden ir al orgánico. En dos meses compostados.

  8. Hola, me pareció maravilloso este artículo. Esclarece muchas dudas sobre esos artículos plásticos «biodegradables», que no son más que microplasticos llenos de químicos

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