En el momento que empiezas a reducir el plástico en casa es habitual que empieces a crear hábitos para evitar este material en tu día a día: llevar tu propia botella reutilizable a la oficina, meter una bolsa de tela en la mochila, empezar a comprar en mercados con tus propios recipientes, empezar a utilizar champús y jabones sólidos…
Todas estas rutinas son útiles para comenzar.
Pero el verdadero cambio empieza cuando implementas hábitos mentales que no son tan sencillos pero sí profundos, y que consiguen un impacto multiplicador en tu forma de enfrentarte al plástico.
Así que, para ayudarte a dar el siguiente paso en tu camino hacia una vida residuo cero, hemos creado esta lista de los cinco hábitos mentales que a nosotras nos han ayudado a la hora de reducir el plástico en tu casa:
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Acostúmbrate a pensar en lo que necesitas frente a lo que deseas
Uno de los aspectos que más sorprende cuando empiezas a reducir el plástico es la intensa relación que este tiene con la cultura del consumo. El usar y tirar, las necesidades creadas, la compra irreflexiva… Todas estas características van ligadas a un mayor consumo de plástico.
La buena noticia es que puedes cubrir la mayoría de tus necesidades básicas sin utilizar nada de plástico. Así que antes de comprar algo nuevo envasado o hecho de materias sintéticas piensa: ¿realmente lo necesitas?. Y, si es así, ¿puedes cubrir esa necesidad con otro producto residuo cero o con algo que ya posees?
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Empieza a decir “no, gracias”
Un caramelo de propaganda, un globo para tus peques, una muestra de perfume… La mayoría de regalos gratuitos y/o obsequios de promociones contienen plástico.
Decir “no, gracias” cuesta al principio pero a la larga es lo mejor que puedes hacer para evitar que el plástico inunde tu casa.
Y si esa persona, con la mejor de las intenciones, insiste, bastará con decir las palabras mágicas: “Te lo agradezco muchísimo pero en casa estamos intentando no utilizar plástico, así que puedes guardarlo para otra persona que sí lo necesite”. A nosotras nos funciona.
Ah, y un truco extra, el poder de la amabilidad es inmenso, así que responde con una sonrisa y nadie saldrá herido ;).
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Atrévete a compartir tus progresos, tus metas y tus fallos
Una de las maneras más eficaces de avanzar es compartir tus progresos y tus fallos. Pero, sobre todo, compartir tus metas.
Y es que contar a otras personas afines (tus compañeros de trabajo, tu familia o tus amistades) cuál es el siguiente paso en tu lucha contra el plástico tiene tres beneficios claros:
Por un lado, sentirás la “obligación” de contarles lo que has aprendido y avanzarás más rápido; por otro, contarás con un equipo que te animará a seguir cuando tengas momentos de duda; y, finalmente, sembrarás en esas personas la curiosidad por empezar a probar alternativas sin plástico.
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Piensa en el impacto ambiental, pero también en tu salud
Uno de los hábitos que mejor funcionan cuando ya llevas unos años evitando el plástico es pensar en este material no solo como un problema ambiental, sino también de salud (si no sabes de lo que estamos hablando, pásate por este post sobre los disruptores endocrinos).
De manera que, cuando sientas la tentación de comprar un snack o un capricho envuelto en plástico, puedes pensar en el impacto que tendrá en el planeta, pero también en tu cuerpo.
La mayoría de veces, esto será suficiente para frenar el impulso.
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Tómatelo con calma
Ten en cuenta que evitar el plástico en una sociedad plastificada es una carrera de fondo, así que si un día terminas comprando una bolsa de plástico, o adquiriendo un alimento envasado en este material, tómatelo con calma.
No te desanimes ni pienses que estás traicionando tus principios. Como decía Igone en nuestra primera entrevista a familias reales sin plástico: “nadie es perfecto”. Eres una persona que está intentando cambiar hábitos para proteger el planeta y a los seres que viven en él. Y eso es algo de lo que alegrarse.
¿Qué te parecen nuestros cinco hábitos mentales para reducir el plástico en casa?
¿Añadirías alguno más?, ¿te gustaría contarnos ese truco que te ha funcionado de manera especial?
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Estamos deseando leerte.
Muy buena síntesis!! Yo los había asumido de forma más o menos inconsciente desde que comprendí la filosofía residuo cero en conjunto, y esta genial recordarlos para tomar conciencia
Gracias por tu comentario Cristina, nos alegramos que te haya gustado el artículo!
Para reforzar el punto 1. ayuda mucho desinstalar cualquier APP de tiendas de moda rápida, clubes de descuentos, ventas privadas, revistas dirigidas al consumo… que tengas en el móvil. Estos negocios funcionan con enfoque Push: ellos te lo ponen en frente de las narices, tu lo compras pensando que es una gran oportunidad/lo necesitas.
Muchas gracias por tu consejo Mónica, es muy buen truco efectivamente evitar todo tipo de pblicidades e insentivos al consumo. Saludos!